lunes, 10 de marzo de 2014

Mi Vida




Sin yacer en batallas
vencí muchas guerras,
si jamás hubiera perdido,
nunca habrías ganado tu guerra.
Si mi guerra no hubiese empezado
nunca hubiéramos ganado la nuestra.

Si la nuestra acaba un día
es que no valió la pena
tanta sangre derramada,
tantas caricias por condena,
tantos corazones rotos,
tantas sonrisas en la arena…

Pero no hubo mejor guerra,
la que me hizo renacer.

El placer de tu arena y tu cama
bajo los cimientos de mi almohada,
el perfume de tus cabellos
en una cárcel de cristal,
tambaleándose cada mañana
por latidos húmedos de sal
que empapan mi espíritu
aún más que la noche
donde pusiste nombre y apellido
a la musa que había nacido.

Perdí el norte
buscando una frontera.
Descubrí al horizonte,
 mi vida entera.

Una sin camino accidental
sin puerta ni cerrojo,
sin vendas ni anillos,
que cruza desde una cama
hasta la estrella más lejana,
que se enamora del viento
y no del aliento
Una donde los corazones
solo son soles
y ella es el universo.
MdM

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